Tras una extensa negociación de 100 días, el Gobierno y el FMI se encuentran en la etapa final de la revisión técnica completa del programa acordado en marzo de 2022.
El Gobierno argentino y el Fondo Monetario Internacional (FMI) se encuentran en la etapa final de la revisión técnica completa del programa acordado en marzo de 2022. Con un vencimiento cercano por casi USD 3.500 millones en pagos al organismo entre el 31 de julio y el 1° de agosto, ambas partes trabajan para lograr un acuerdo que permita el desembolso necesario y así apuntalar las reservas internacionales del país.
La revisión técnica, que inició en abril con el objetivo de examinar el cumplimiento de las metas hasta fines de marzo, tuvo complicaciones debido al impacto de la sequía en la economía argentina, lo que afectó las proyecciones de exportaciones e ingresos fiscales. Estos contratiempos llevaron a que el proceso se extendiera más de lo previsto, y el Gobierno se viera obligado a realizar pagos al FMI utilizando reservas propias en lugar de contar con los giros de divisas esperados desde Washington.
Para evitar caer en arrears con el FMI y hacer frente a los vencimientos de capital que se avecinan, el Gobierno podría utilizar yuanes del swap de monedas con el Banco Popular chino para cancelar los pagos programados para este mes. No obstante, existe la incertidumbre sobre la forma en que se afrontarán los próximos desembolsos pautados para septiembre y diciembre, que suman alrededor de USD 6.600 millones.
El comunicado conjunto emitido por el FMI y el Palacio de Hacienda sugiere que se han acordado los objetivos y parámetros centrales para el Staff Level Agreement, que se espera finalizar en los próximos días. Este acuerdo busca consolidar el orden fiscal y fortalecer las reservas, teniendo en cuenta el impacto significativo de la sequía en las exportaciones y los ingresos fiscales del país.
Una de las propuestas del Gobierno para fortalecer las reservas es extender un dólar agro con precio más alto para algunas economías regionales y otros cultivos, con el fin de sumar aproximadamente USD 2.000 millones. Además, se plantea un encarecimiento de ciertas importaciones, desligándolas del tipo de cambio oficial, mediante la aplicación de un recargo de impuesto PAIS con alícuotas diferenciadas. No obstante, aún no se han cerrado los detalles de estas medidas debido a la discusión en curso con el FMI.
La próxima semana es crucial para la culminación de la quinta revisión del programa acordado, y el Gobierno espera obtener un desembolso que le permita afrontar los pagos pendientes y contar con un colchón de dólares para intervenir en el mercado financiero. Sin embargo, a pesar del avance en las negociaciones técnicas, aún quedan cuestiones por resolver en cuanto al monto exacto del desembolso, el esquema de metas y la posibilidad de recibir dinero adicional para futuros pagos al FMI.